jueves, 19 de abril de 2012

Alvinne Morpheus Extra R.A.

MARCA: Alvinne
MODELO: Alvinne Morpheus Extra R.A.
ESTILO: Blonde (7'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Ya hablamos un poco de la marca en el comentario a la interesante Alvinne Undressed. De nuevo una cerveza de esta casa, cortesía del bueno de Gabriel, de zombier. La Morpheus Extra la abrimos en una sesión de cine del bueno, en la última visita de Embracing a la capital. Una cerveza curiosa cuanto menos.

Al deschaparla desprende un aroma inicial a champán, lo que ya desde el principio me hizo tener muchas dudas, porque no me gusta especialmente esta bebida y la mayoría de cervezas que he tomado con cierto toque achampañado no me han convencido. No obstante, había que probar. Su color es de un ambar anaranjado no demasiado turbio, aunque sin llegar a ser cristalino. La espuma no se presencia en abundancia, pero es bastante duradera. Su color es de un blanco sedoso. En el caldo a penas se perciben burbujas subiendo a la superficie.

Su aroma es fundamentalmente achampañado, algo cítrico y con toques de levadura y afrutado. También se percibe algo de malta, pero las notas dominantes son las ácidas. En boca me llevé la sorpresa. Su sabor es suave, pero con carácter. Tiene un tono ágrio muy bien conseguido, con levadura, malta y cítrico. Guardando las distancias, me recordó ligeramente al bitter kas. Destaca el toque ácido durante todo el trago, y al rato deja entrever notas de caramelo y malta, para terminar con un final amargo y seco.

Todo apuntaba a que no me iba a gustar pero finalmente me llevé la sorpresa. Resulta ser una cerveza interesante y bastante agradable.

NOTA:

miércoles, 18 de abril de 2012

Black Albert

MARCA: De Struise
MODELO: Black Albert
ESTILO: Russian Imperial Stout (13% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: La cervecera De Struise, en activo desde el 2003 y actualmente establecida en la localidad flamenca de Oost-Vleteren, es una de las fábricas punteras del momento y muchas de las cervezas que elaboran tienen una alta reputación a nivel global, haciendo casi obligatorio el probarlas al menos una vez, si se tiene la oportunidad. Entre ellas estaria sin duda alguna la Imperial Stout que voy a comentar hoy, dedicada al rey Albert II de de Bélgica, cuyo valor reside no sólo en ser una cerveza excelente sino también en servir de base para muchas otras maravillas como Cuvée Delphine, añejada en barrica de Four Roses, o la extensa serie Black Damnation.

Ésta es otra representante más del petróleo cervecil, no hay brillos ni reflejos, solo un color negro insondable delimitado por un dedo de espuma marrón ocre. Al acercar la nariz se lanzan al ataque toneladas de regaliz negro, café solo, cacao y torrefacto, amalgama endulzada por una mezcla de bayas, cerezas negras, grosellas y suave vainilla, que emergen con claridad entre los aromas más oscuros. Los 13º de alcohol también hacen acto de presencia, aunque con mucha discreción, agrupados en torno a un leve toque de lúpulo herbal y tabaco, construyendo un perfume cálido y profundo.

Con el primer sorbo invade la boca una sensación cremosa que da lugar a un potente sabor donde los tostados, en forma de malta abrasada, espresso y regaliz negro, se compensa con dulces notas de cacao, pastel de chocolate y frutas oscuras. A partir de aquí se pueden sacar infinitud de matices distintos, que van variando en relevancia a medida que reposa la cerveza, para al final formar un robusto amargor, inundado de torrefacto, donde el alcohol revela su presencia, firme pero con control, rodeado de especias picantes, vainilla, ahumados y hierba. Tras este recital de complejidad y equilibrio deja un regusto que permite seguir deleitandose durante un largo rato con esta exquisita cerveza, lo que se agradece porque en pocas ocasiones se puede probar una Imperial Stout tan completa como esta.

NOTA:

lunes, 16 de abril de 2012

't IJ Columbus

MARCA: 't IJ
MODELO: 't IJ Columbus
ESTILO: Blonde (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En la orilla del IJ, río plagado de barcos y casas flotantes que envuelve la bella ciudad de Amsterdam, fue fundada en 1983 la cervecera 't IJ, y aunque dos años más tarde se trasladó sigue manteniendo su nombre. El artífice de su nacimiento fue Kaspar Peterson, conocido antes de esta actividad por ser quien escribió varias de las letras del grupo holandés Drukwerk, y en la actualidad sigue siendo el maestro cervecero de esta fábrica, responsable de la elaboración de 6 cervezas fijas, todas ellas decoradas con un avestruz en su etiqueta, y 4 más de temporada. Ésta concretamente es de las fijas, y llegó a nuestras manos gracias a la generosidad de Cervezas Especiales, quienes han vuelto a sorprendernos en el 2012 con este detallazo que aprovecho para agradecerles nuevamente.

Si ya el diseño de la botella es muy bueno, acompañada de la cerveza recién servida da una imagen que serviría para un anuncio, con una espuma grisácea extremadamente cremosa y compacta, que se adhiere con fuerza al vidrio, coronando un líquido naranja brillante, donde las turbulencias de burbujas y sedimentos sugieren una actividad imparable. Al olfato es inmejorable, se reparten el territorio equitativamente entre la malta, dulce, frutal y algo acaramelada, con el lúpulo Columbus, (supongo que es una single-hop) que aporta intensas notas de cítricos, albaricoque y frutas tropicales, a lo que hay que sumar también un suave y agradable recuerdo de levaduras.

Con el primer sorbo se nota como los cítricos pierden algo de fuerza, aunque siguen presentes, en detrimento de la malta y frutas dulces como melocotón, piña madura o fruta de la pasión. Es, no obstante, una tregua temporal puesto que en seguida vuelve la acidez en forma de naranja y limón, esta vez respaldada por un fuerte picante y un punto firme de alcohol, que acaba contruyendo un amargor robusto, donde se mezcla con más frutas maduras, lúpulo herbal y levadura. Es una cerveza fantástica, sorprendentemente refrescante y amena para su graduación, e incluso mejora a medida que va reposando, cuando se van relajando la fuerza del lúpulo y las especias pero sin ceder un ápice de carácter.

NOTA:

jueves, 12 de abril de 2012

Empirismo Cervecil nº1

El otro día recibí la repentina visita del compañero de blog Embracing, que aparecía por Madrid para destruir a las tortugas gigantes que estaban desolando la ciudad, y para recibir las buenas de que va a poder trabajar donde quiere. Por supuesto vino con un fardo lleno de cervezas, entre las que se encontraban estas tres Weltenburger Kloster Anno 1050.

Todo consistía en un experimento. Esas tres cervezas habían sido sometidas a distintas condiciones y habían sido identificadas. En la cata que íbamos a llevar a cabo, las marcas de identificación estarían tapadas, de manera que no sabríamos cuál era cuál. Para más misterio, yo no sabía en qué habían consistido esos distintos tratamientos de las cervezas.

Servimos las tres, que tenían un aspecto prácticamente idéntico en cuanto a color y espuma. No obstante la carbonatación de la primera era de burbuja fina y en mayor cantidad; la tercera tenía menos carbonatación y presencia de algunas burbujas más gruesas; y la segunda se debatía entre las anteriores.

Encontramos la cerveza nº 2 la mejor de las tres en cuanto a todo lo demás. El aroma era floral, herbal y maltoso, muy intenso. La número 1 era menos intensa, pero seguía manteniendo matices interesantes. Y la tercera era la que menos detalles mostraba, quedando algo más plana y sin demasiado fuerza. Las tres tenían buena presencia de cereal, lúpulo y cierto toque meloso y acaramelado.

En boca de nuevo ocurría lo mismo. La segunda era la más intensa, la primera se dejaba ver más ácida y la tercera no estaba mal, pero era sin lugar a dudas la de menor intensidad en sabor.

Con este balance procedimos a desenmascarar las cervezas y comprobar por qué proceso había pasado cada una. Las tres habían sido compradas a la vez y tenían la misma fecha de vencimiento:
- La cerveza 1, L. Había sido sometida a exposición a la luz solar constante 8 horas al dia.
- La cerveza 2, O. Había sido almacenada correctamente, en condiciones apropiadas.
- La cerveza 3, P. Había sido almacenada boca abajo durante un mes.

Las conclusiones son claras: cuanto mayor cuidado se tenga en el almacenamiento de la cerveza, mejor calidad tendrá esta a la hora de ser servida. Seguiremos con este tipo de experimentos en próximas entregas. ¡Haya salud!

De Dolle Special Extra Export Stout

MARCA: De Dolle
MODELO: De Dolle Special Extra Export Stout
ESTILO: Export Stout (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Por el momento solo he comentado dos de las cervezas de De Dolle, las cuales me parecieron de una calidad excepcional, más o menos la misma sensación que me produjeron un par de botellas más de la marca que he probado aunque sin comentarlas aquí, Arabier y Oerbier. Sabiendo lo bien que hacen las cosas en esta compañía, sumado al vicio que tengo por las cervezas oscuras, tenía la certeza de que iba a disfrutar mucho de esta Stout belga, motivo por el cual la puse entre las primeras de mi lista de prioridades, dispuesto a agenciarmela a la más mínima oportunidad.

Esta oportunidad surgió con nuestro pedido de fin de año a Zombier, y desde entonces ha estado en mi trastero hasta que encontré el momento propicio para dedicarle un rato. Tal y como se puede ver en la fotografía la cremosa espuma, más marrón que beige, tiene una densidad tal que forma montículos en la superficie, lo que le permite guardar con celo el líquido teñido de un negro impenetrable. Acorde con lo esperable en el estilo, el mando del aroma lo lleva malta torrefacta y café, acompañados por intensas notas de cacao y regaliz, y más suaves frutas oscuras del tipo de bayas o ciruelas. No obstante se nota la mano belga en los claros recuerdos de levadura de este país que se infiltran en el tenue perfume herbal que aporta el lúpulo.

Su aspecto inmejorable es un fuerte reclamo para dar el primer sorbo, y al hacerlo la boca se ve invadida por un líquido oleoso, otra pista más del origen de esta cerveza, que deja a su paso un sabor verdaderamente intenso, ya desde el principio con mucho énfasis en regaliz negro, torrefactos y espresso, dejando en un segundo plano chocolate, frutos secos, ciruelas, uva negra y un suave recuerdo levaduroso. En sus últimos segundos de vida forma un amargor largo y potente donde abunda el cacao y el regaliz negro, con un medido toque de alcohol y hierba, tras el cual queda un firme regusto ahumado que desaparece muy poco a poco, como broche perfecto a una cerveza cálida y contundente. Otra prueba más de maestría de esta fábrica, capaces de destacar en cualquier estilo al que se dediquen.


NOTA:

miércoles, 4 de abril de 2012

Polonia

Es evidente que la oleada de cervezas polacas que invadió Hipos a lo largo del mes pasado no fue casual, sino la consecuencia previsible de una semana de vacaciones en este país con algunas de mis compañeras (o ya ex-compañeras) de Universidad. Elegimos este destino con un amplio consenso tanto por su interés turístico como por sus bajos precios, muy adecuados para nuestro bolsillo de estudiantes, y en mi caso también influyó el gran aprecio que tengo por el Este de Europa y su gastronomía, que me hace salivar solo con pensar en ella.

Repartimos los 8 días que duró el viaje entre Cracovia y Varsovia, con la casi obligatoria excursión de un día de duración desde la primera hasta los campos de concentración y exterminio cercanos a Auschwitz, tan sobrecogedores como cabría esperar. Sorprende el contraste entre las dos ciudades: Cracovia resulta encantadora, con su casco histórico perfectamente conservado, de aire algo medieval, y sus calles llenas de gente la hacen cálida y acogedora, muy similar a cualquier ciudad alemana; por su parte Varsovia tiene otro ambiente, es fría, sobria, de calles monstruosamente grandes, por donde circulan a toda velocidad cientos de personas, y parques de dimensiones titánicas, y aunque no por ello pierde encanto sí que es cierto que es otro mundo, parece "menos europea y más rusa", si se entiende lo que quiero decir.
Enlace
En cuanto al tema de la cerveza en Polonia, tiene sus luces y sus sombras, y con alguna diferencia me recuerda bastante a lo que experimenté en Rumanía. Los supermercados y pequeñas tiendas de bebidas están abarrotados de marcas polacas como Żywiec, Warka, Królewskie, Żubr, Tyskie, Okocim, Dębowe, Wojak, Harnas, Lech, Tatra, etc, y en casi cualquiera que entres puedes encontrar más de una veintena de botellas distintas, además a precios que pueden variar entre 2'5 y 4 złoty la botella de medio litro, lo que viene a ser 0'62 - 1 euro aproximadamente. (1 euro = 4 złoty) La parte mala es que la amplia mayoría son euro-lager producidas por Heineken o SAB-Miller, aunque afortunadamente otros estilos, sobretodo Bock y Porter, parece que van aumentando su cuota de mercado, e incluso en algunas ocasiones es posible toparse con varias botellas de la marca Ciechan, supuestamente artesanal. Así pues, para comprar productos de microcerveceras polacas no hay más remedio que recurrir a las escasísimas tiendas especializadas, donde dichas cervezas suelen rondar los 5 złoty.

Este contexto de hegemonía de las macrocerveceras, que realmente es aplicable a la mayor parte del Este de Europa, puede ser algo frustrante, pero no es razón para desanimarse puesto que incluso con estas marcas (la mayoría bastante decentes y alguna excepcional, como Żywiec Porter) es posible sumergirse en la cultura cervecera polaca experimentando con sus mezclas tradicionales: piwo z sokiem, cóctel de cerveza con zumo de frutas, y la para mí más interesante piwo grzane, una combinación de cerveza caliente con miel, clavo y canela.

De todas maneras, soy consciente de que este tipo de costumbres tienen bastantes detractores, pero ni siquiera ellos tienen por qué conformarse con beber lager simplonas si no encuentran marcas artesanales puesto que hay un número considerable de brewpubs diseminados por el país que elaboran cerveza de razonable calidad, o al menos este era el caso del de la cadena Bierhalle en el que estuve en Varsovia, donde por 8 złoty me pude tomar una jarra de Marcowe, una Märzen que me dejó muy satisfecho. En el caso de que este plan tampoco les convenza, recomiendo no complicarse la vida y beber Żubrówka, que también está muy rico.

Así termino el breve resumen del ámbito cervecil de mis vacaciones. Si aún queda alguien que no está convencido para ir a Polonia, he de decir que en realidad el tema de la cerveza casi es lo de menos: solo la extraordinaria belleza del país ya sería motivo suficiente para visitarlo, si a eso se le suma su exquisita gastronomía el viaje se convierte en una obligación.

lunes, 2 de abril de 2012

Guineu Riner

MARCA: Guineu
MODELO: Guineu Riner
ESTILO: American Pale Ale (2'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Una de las Guineu más reputadas, junto con la exquisita Montserrat, es Riner, una Pale Ale de estilo americano con una graduación alcohólica sorprendentemente baja, inferior al 3%. Probablemente fue este bajo contenido de alcohol el que provocó que se pusiese en boca de muchos al coronarse durante unas semanas como la mejor cerveza de la categoría "Low Alcohol" de Ratebeer, hecho al que se le puede dar más o menos importancia pero que yo creo que siempre es algo a considerar.

No son pocas las veces que he tomado esta cerveza, la última de barril durante la entrega de premios del concurso de Homebrewing de Líquidos y Lupulus, y siempre me ha parecido estupenda, así que me enfrenté a esta botella que me regalaron de Cervezalandia sin ningún miedo. Es de color amarillo pajizo, turbia, con una espuma nacarada cuyo volumen no cesa de crecer por el imparable flujo de burbujas que la alimentan, consiguiendo escapar por el cuello de la botella repetidas veces. Es tremendamente aromática, y mediante el olfato queda clara su inspiración estadounidense al presentarse como una compacta combinación de limón y pomelo con hierba y pino, algo resinosa y con un toque de especia, sobre una base que recuerda a uva blanca y manzana, sugiriendo así una importante carga de Cascade y/o Centennial. (no me atrevo a concretar más, hasta tanto no llego)

En boca resulta tan refrescante como se pueda imaginar e incluso un poco más, y sin embargo, pese a su mínimo contenido alcohólico, tampoco se puede decir que le falte consistencia ni sabor. Comienza con un breve dulzor, donde se distinguen uva blanca y manzana, que en seguida abre paso a la acidez cítrica y el amargor herbal resinoso del lúpulo. Al principio es más extrema, siendo los cítricos muy prominentes, pero en cuanto reposa se modera un poco y ofrece una mayor complejidad, aunque para ser sincero no sabría decir qué etapa me gusta más, ambas son muy interesantes. Cómo no, el final es muy lupulado, con intensas notas de pomelo y limón, trazas de manzana verde y una fuerte presencia de especias picantes, que a su paso convierten la boca en un erial, ansiosa por otro trago que la atrapa en un círculo vicioso de cerveza y sequedad. Una cerveza realmente buena como resultado de una propuesta original y algo arriesgada, en mi opinión de lo mejorcito de la Península.

NOTA: