martes, 18 de enero de 2011

St. Peter's Old Style Porter

MARCA: St. Peter's
MODELO: St. Peter's Old Style Porter
ESTILO: English Porter (5'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Tan solo lleva abierta desde 1996, y sin embargo 15 años han sido más que suficientes para convertirse en una de las cerveceras más conocidas y respetadas de Inglaterra, siendo cualquiera de sus botellas ovales sinónimo de calidad. Elaboran una gran variedad de cervezas, tanto en botella como en cask, siendo la inspiración tradicional el factor común de todas ellas, pese a lo cual tampoco renuncian a experimentar en ocasiones con distintas frutas o miel.

No son muchas las Porter británicas que he tenido el placer de probar, y cuando vi la oportunidad en una vinoteca de Pamplona de llevarme a casa una de este estilo, y encima de una marca tan idolatrada, no lo dudé un instante. En vaso es la imagen de la perfección, de color muy oscuro, prácticamente negro, con intensos reflejos rubí al trasluz, protegida por una espuma densa, cremosa y resistente. Al olfato no deja indiferente, es dulce, con una base de malta torrefacta y café, con delicado chocolate negro de fondo, sobre la que destaca y se vuelve la nota predominante un sorprendente aroma a carbón, que recuerda también aunque en menor medida a puros habanos y ahumados.

En boca se presenta relajada, ligera y de trago fácil aunque cremosa y con suficiente cuerpo. Desde el primer instante y con mucha intensidad aparecen torrefactos y café negro, nuevamente con un considerable toque ahumado, mientras el dulzor se manifiesta en forma de regaliz negro, y leve chocolate y caramelo quemado. Redondea el trago el lúpulo herbal y le aporta un amargor preciso, controladísimo, para terminar de forma seca con humo y tabaco en el fondo de la garganta. Una Porter impecable para disfrutar tanto solo como en compañía, toda una demostración de conocimientos, técnica y buena hacer, clasicismo en su máximo exponente.


NOTA:

domingo, 16 de enero de 2011

Petrus Gouden Tripel

MARCA: Petrus
MODELO: Petrus Gouden Tripel
ESTILO: Tripel (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Belgica

CARACTERÍSTICAS: Seducido por los buenos comentarios de Embracing hacia la Maison Belge de Madrid, decidí calzarme mis botas de explorador y dar con esta tienda, que curiosamente está en el número 42. Es una tienda con una colosal colección de cervezas belgas, cuyo dueño me atendió correcta y afablemente. Me llevé unas cuantas cervezas y prometí volverme a dejar caer por allí.

La primera de las cervezas es Petrus Gouden Tripel, de Brouwerij Bavik, que se remonta a 1984, cuando una familia de granjeros de Bavikhove (un pequeño pueblo agrícula) comienza a fabricar cerveza de una manera profesional. A lo largo de los años desarrolla varios estilos, elaborando también la famosa pilsner, mientras otras cerveceras fabricaban unicamente cervezas de alta fermentación. Bavik es hoy en día la fábrica de cerveza más grande del West Flanders.

Esta cerveza viste un color dorado cristalino, con algunos tintes ambarinos al trasluz. Genera una corona de espuma blanca, cremosa y abundante, que aparece en el primer instante de servirla en el vaso. Se aprecia una ingente cantidad de burbujas que escalan hacia la superficie (fantástico efecto en la fotografía, hecha con una velocidad de obturación lenta). Se pueden ver también sedimentos en el fondo del vaso.

En su aroma destaca el lúpulo, la malta y un deje afrutado, como de manzana. En el sabor se acentúan estos matices, regalando también un toque acaramelado con tintes de miel. El alcohol no descompensa el trago y no tiene demasiada presencia para encontrarse en la cantidad que indica. Tiene un final seco, con un regusto vibrante algo picante.

Es una cerveza bastante agradable, un placer poder disponer de nuevo de una rica ale belga.

NOTA:

miércoles, 12 de enero de 2011

Etxeko Bob's Beer Eguberriko Garagardoa

MARCA: Etxeko Bob's Beer
MODELO: Etxeko Bob's Beer Eguberriko Garagardoa
ESTILO: Brune de Navidad (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Esta es la última cerveza navideña que me queda por comentar, de Etxeko Bob's Beer, cuya traducción al castellano supongo que sería "Cerveza Casera de Bob". La encontré durante mi viaje por el País Vasco francés, buscaba alguna cerveza elaborada en esta región aparte de Akerbeltz, que ya conocía, y al ver una botella en una tienda de St Jean Pied de Port con el Olentzero en la etiqueta no me cupo la menor duda de que esta lo era. Estaban también en esa tienda los demás modelos de esta marca, pero puesto que ya había hecho un gasto importante en cervezas preferí esperar a otra ocasión, que tiempo hay de sobras.

Mi pasión por las distintas culturas me puso en una muy buena predisposición para abordar esta cerveza, y al destaparla aún más, se podía intuir la calidad de la cerveza solo con el intenso perfume que emitía. Este es dulce y frutal, sobre la malta tostada se elevan caramelo, ciruelas e higos, casi hasta se intuyen dátiles, con suaves toques achocolatados e incluso un mínimo deje de café, mientras que un prominente toque de naranja dulce evita un empalago excesivo modificando un poco la trayectoria, a lo que contribuye también un consistente toque de picante.

El sabor es bastante parecido, ganan algo en presencia la malta y el chocolate con leche aunque sin llegar a ocultar a las frutas maduras y el caramelo, mientras la fuerza con la que aparecen el lúpulo herbal y las especias evitan que a esta se la pueda considerar una cerveza dulce para el paladar, cosa que consiguen además sin desequilibrarla. El alcohol aparece con rapidez, los 7º calientan el estómago sin rascar la garganta, y además combina muy bien con dátiles y picante al final del trago, mientras un amargor muy bien controlado penetra con habilidad, dejando un regusto cálido con un suave carácter herbal. Una estupenda cerveza que, pese a estar cargada de lúpulo y especias, es capaz alejarse de los excesos con maestría. Sin duda alguna habrá que tomar a Bob muy en serio, como primera medida en cuanto vuelva por esas tierras me llevo el resto de sus cervezas y, por qué no, esta para repetir.

NOTA:

viernes, 7 de enero de 2011

Anchor Old Foghorn Ale

MARCA: Anchor
MODELO: Anchor Old Foghorn Ale
ESTILO: Barley Wine (8'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: EEUU


CARACTERÍSTICAS: La última de las cervezas de regalo que el señor Embracing me entregó a su paso por Huesca estas Navidades, ha resultado ser una de las mejores cervezas que he probado. St. Georgen Bräu no me había dejado mal sabor de boca, y Saison Dupont me encantó; pero esta Anchor ha sido una sorpresa maravillosa que me ha hecho comprender que lo que se dice de la buena cerveza estadounidense puede ser muy cierto.

Anchor fue una de las artífices en la aparición del fenómeno de las cervezas independientes estadounidenses, liderando la recreación de estilos clásicos europeos a mediados de los años 70. Un nombre que engloba un gran número de variedades de cerveza, donde Anchor Old Foghorn Barleywine Ale, desde 1975 presume de la mayor graduación, siendo además una de las más aclamadas. Elaborada con lúpulos cascade, experimenta también un proceso natural llamado bunging, que le otorga unas burbujas similares a las del champán.

Se descubre con un color marrón tostado que forma un líquido muy opaco, en el que se aprecian tonos anaranjados y brillos rojizos. La espuma es de color beix, que no se mantiene casi nada, dejando sobre la superficie un fino manto de burbujas grandes y cremosas. Su olor, que ya ataca desde el instante en que la cerveza toma contacto con el aire, se muestra poderoso, con gran cantidad de matices entre los que destacan notas florales, malta tostada, caramelo y alcohol.

Su sabor toma más fuerza si es posible, para dejar un paladar alterado, con presencia de caramelo, dejes frutados y el constante matiz floral, que tienen un final seco y levemente lupulizado. El alcohol, presente durante todo el trago, toma protagonismo en boca y cabeza, sin llegar a empalagar o deteriorar el sabor. Eso sí, absolutamente inesperado placaje a la cabeza. Hay que tomarla con cuidado, porque en seguida hace efecto ese cuerpo alcohólico.

Sin duda una de las cervezas que mejor opinión me han suscitado, fantástica.

NOTA:

jueves, 6 de enero de 2011

St. Feuillien Cuvée de Noël

MARCA: St. Feuillien
MODELO: St. Feuillien Cuvée de Noël
ESTILO: Brune de Navidad (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Esta cervecera debe su nombre a Feuillien, un monje irlandés que en el siglo VII fue a Europa a predicar el Evangelio, y que tuvo la mala fortuna de ser apresado en la zona en la que ahora está emplazada la localidad de Le Roeulx, torturado y decapitado. Sus discípulos construyeron en el lugar de su martirio una capilla, que en el año 1125 dio lugar a la abadía de Prémontrés, posteriormente conocida como Abadía de St. Feuillien de Roeulx. Durante siglos, los monjes de esta abadía han elaborado cerveza y, siguiendo su tradición, en 1873 la familia Friart comenzó a hacerlo, lo que dio lugar al nacimiento de varias marcas, entre ellas St. Feuillien.

Con esta cerveza comencé el 2011, y ojalá que mantenga el nivel, porque de las pocas cervezas navideñas que he cazado este año esta ha sido la que más me ha gustado. El aroma es impresionante, una mezcla redonda de malta tostada y caramelo con plátano maduro, pera y frutas oscuras, moderados recuerdos cítricos de curaçao, un toque importante de canela y picante, y mínimo de levadura. Pese a lo empalagosa que podría parecer toda esta mezcolanza, lo cierto es que está muy bien equilibrada y parece prometer una profundidad que cumple en el trago.

Su sabor es dulce, picante, similar al olfato, dominada por malta tostada, más leve caramelo y las mismas frutas maduras que menciono antes (especial énfasis de nuevo en pera y plátano, este último me sugirió que la cerveza pudiese llevar algo de trigo pero no era el caso), sin embargo este dulzor es compensado con maestría por el lúpulo herbal, que le suma además cierta acidez que recuerda algo al limón. Deriva todo esto en un final de amargor cítrico con un marcado carácter especiado, durante el cual el alcohol calienta el trago sin saturarlo, dejando un largo regusto donde se mezcla con fruta, hierba y notas de canela, dando una sensación cálida y reconfortante. De trago denso, cremosa a su paso por la garganta, para mi gusto una cerveza muy entretenida y que gustosamente volveré a disfrutar el año que viene.

NOTA:

martes, 4 de enero de 2011

Tienda en Madrid: La Maison Belge

Estas Navidades las he pasado en Madrid, aprovechando que ahora tengo un piso donde quedarme, sin embargo un par de semanas antes de salir de casa me asalto una duda, ¿habrá alguna tienda de cerveza interesante por allá, aparte de las estanterías del Corte Inglés? Porque cargar con más peso del que ya llevaba solo por beber cervezas distintas a las habituales me parecía un poco absurdo. Bastó unos minutos en la red para descubrir que acababan de abrir otro establecimiento de la Maison Belge en la capital, además muy cerca de mi casa, así que en cuanto me hube instalado no perdí un instante y me fui a echar un vistazo.

Ya había estado anteriormente en una de las tiendas de esta franquicia, concretamente en la que estaba en Pamplona y que llevaba Iker, actualmente al cargo de la cervecería Manneken Beer, por lo que más o menos sabía lo que me iba a encontrar: un local repleto de estupendas cervezas belgas, algo de alimentación de ese país y cantidades industriales de vajilla de las diferentes marcas... y fue exactamente lo que me encontré, la verdad es que es un gustazo cuando apuestas sobre seguro. Eso sí, también estaba en esa tienda esperandome una agradable sorpresa, una rica Pannepot que decidí llevarme en cuanto la vi, pues es una cerveza que no encuentro con facilidad.

Yo sobretodo iba en busca de cervezas navideñas pero el dependiente me avisó de que llegaba un poco tarde puesto que hacía ya un par de semanas que habían arrasado con casi todo. Solo quedaban varias botellas de 75cl, que para beberlas yo solo me resultan un poco excesivas (si hay que hacer un esfuerzo se hace, todo sea por la libertad de los pueblos oprimidos), y una St. Feuillien Cuvée de Noël, que gustosamente adquirí. No obstante tenía ganas de más, así que acabé por llevarme una Nostradamus, cerveza a la que todavía soy adicto, y su compañera de fábrica Caracole, una cavernosa Grottenbier por probar algo nuevo, y a la hora de elegir una Lambic el amable dueño me recomendó que me llevase una Cuvée René de Lindemans, y como las recomendaciones me gustan bastante eso hice.

Tras haber sido tratado realmente bien, con el dependiente dispuesto a ayudar todo lo posible y conociendo suficientemente los productos que vende como para poder aconsejar a cualquiera, me dispuse a pagar y me enteré de que existe la posibilidad de recibir una botella gratis cuando has comprado un total de 45 euros, suma de todas las visitas que hayas hecho al establecimiento en un periodo de tiempo indeterminado (creo). Y poco más puedo añadir, por supuesto pasaré más veces por allí cuando vuelva a la ciudad.


TIENDA: La Maison Belge
DIRECCIÓN: Paseo Santa María de la Cabeza, 42 Bis
POBLACIÓN: Madrid
PROVINCIA: Madrid

domingo, 2 de enero de 2011

Westmalle Trappist Dubbel

MARCA: Westmalle
MODELO: Westmalle Trappist Dubbel
ESTILO: Dubbel (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS:
El 22 de abril de 1836 el monasterio de Westmalle se convirtió en una abadía trapense. Desde entonces, los monjes han sido capaces de elaborar la bebida popular de la región, que bebían con sus comidas. Y en Flandes esto es... cerveza.
En 1921, los monjes decidieron dar a conocer su cerveza al mundo del comercio, por lo que las ventas aumentaron aún más. A principios de los '30s, una nueva sala de elaboración de cerveza entró en uso. Algunos edificios de la actual fábrica de cerveza fechan a partir de este período.
Durante casi 170 años, la cervecería ha utilizado sólo puros ingredientes: agua, malta, lúpulo, levadura y azúcar. Todo este tiempo se ha elaborado una cerveza 100% natural.

La Westmalle Dubbel es una cerveza Trapense de color marrón rojizo oscuro, que tiene una segunda fermentación en botella. Tras abrirla y oler un poco el interior de la botella me recordó a una cerveza tipo, como las estándar españolas (ambar, águila...), pero mi impresión cambió al probarla. Noté un sabor dulce e intenso, como a castaña. El sabor afrutado desemboca en un amargor final bastante interesante, dejando a la espuma, de un color como de café, deslizarse suavemente en el vaso. Tiene un 7% de concentración de alcohol, que no se notan demasiado, por lo que puede empezar a ser peligrosa, en caso de tener sed y unas cuantas Westmalle a mano...
Esta la compré junto con el señor Embracing, que se pilló otra, en el Corte Inglés de Zaragoza, y sale a 1 Euro con algo, por lo que es una cerveza que merece la pena en cuanto a calidad/precio.

Recomiendan dejar sin servir alrededor de un centímetro de cerveza en la botella que luego se puede beber, ya que es la base de la levadura, rica en vitamina B, y por lo que dicen limpia la sangre.

NOTA:





CARACTERÍSTICAS: Esta fue una de las primeras reseñas que hicimos en Hipos, cuando todavía rondábamos los 20 años, y además la comenzamos practicamente a la vez pues compramos la botella en el Corte Inglés un día que Sir Asf andaba por Zaragoza, no recuerdo ahora mismo con qué malvados propósitos. Llevaba un tiempo pensando en revisarla porque creía que entonces no había sabido apreciar la calidad de esta cerveza, a tenor de todas las alabanzas sobre ella que se pueden encontrar por Internet, y así de paso cambiar la horrible foto que puse.

Me gusta especialmente su aroma, con malta dulce, ciruelas y otras frutas oscuras como base, a lo que se suma manzanas, peras y chocolate con leche más secundario, y mínimos recuerdos de plátano y té. Está bastante lupulada, y esto se manifiesta con un frescor herbal que contrarresta magistralmente el dulzor, mientras un leve toque picante da el toque final necesario.

Malta tostada, caramelo y ciruelas forman de nuevo la base del gusto, pero ni de lejos tan dulce como suele ser habitual en una Dubbel, con bastantes matices ácidos. Van pasando por la boca distintos sabores con menor relevancia en el trago, manzana verde, chocolate, y al final se evidencia el alcohol, acompañado de una considerable dosis de picante, mientras un amargor marcado se introduce sin demasiados miramientos. Para mi gusto es de las Trapenses más flojas junto con Achel Bruin, juegan bien con el lúpulo para controlar el dulzor, pero les falta profundidad y cuerpo.

NOTA: