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domingo, 13 de marzo de 2022

Andechs Weizenbock

MARCA:
Andechs
MODELO: Andechs Doppelbock
ESTILO: Weizenbock (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: En el monasterio benedictino de Andechs, en la Alta Baviera, se produce cerveza desde su fundación en el año 1455. Ha habido intervalos de tiempo, sobretodo en el siglo XIX, durante los cuales la elaboración ha dependido de maestros cerveceros seculares, pero en la actualidad siguen siendo los monjes los que se encargan de todo el proceso aplicando técnicas y métodos fuertemente anclados en la tradición. Hace ya más de 10 años tuve mi primera experiencia con esta fábrica, y desde entonces soy incondicional de sus cervezas. Curiosamente esta nunca la había tenido a tiro, y entre lo que me gusta la fábrica y lo que me gusta el estilo, tocaba comentarla por acá.

A pesar de no ser demasiado oscura, de un intenso color oro, es totalmente opaca y no se ven los dedos a través del vidrio. La corona una espuma blanca, espesa como un merengue, formada por un montón de burbujas de tamaño idéntico. Al acercar la nariz entra un perfume delicioso consistente en una avalancha de plátano maduro y malta, también bastante pera, con algo de chocolate con leche y aromas de panadería. Se nota además una delicada floralidad, levadura y suaves notas de miel. Es golosa y muy sugerente, es casi imposible aguantar las ganas de tomarla.

En boca el dulzor es más comedido de lo que esperaba, el equilibrio es extremo e incluso al final tiene un amargor considerable. Entra potente, con malta, masa de pan, galleta y un poco de toffee y vainilla. Nada empalagosa, es fresca y punzante, y tras el breve dulzor inicial salen notas de plátano, manzana golden y pera de fondo. Al final sale un amargor medio, con el calor del alcohol, intensas notas de miel y flores, potente levadura, que termina en un regusto largo, cálido y frutal. Del estilo de la Vitus, suficientemente compleja, suficientemente fresca, con todo ensamblado a la perfección, sin fisuras.
 
NOTA:


jueves, 10 de febrero de 2022

De Molen Keulen & Aken

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Keulen & Aken
ESTILO: Weizenbock (9'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Aunque ahora ya nos hemos acostumbrado a su existencia, hace no tantos años De Molen era un referente a nivel mundial del fenómeno de la cerveza artesana. Esta fábrica, que debe su nombre al molino De Arkduif en el que se encontraban sus instalaciones originales, fue fundada por Menno Olivier en el año 2004. Su popularidad fue creciendo gracias a cervezas de excelente reputación como Hel & Verdoemenis, Vuur & Vlam, Amarillo o Rasputin, posicionándose entre las mejores cerveceras del mundo en diferentes listados, mientras algunas de sus elaboraciones recibían premios de reconocido prestigio. En el momento actual forma parte del gigante empresarial Swinkels, antes conocido como Bavaria, quien adquirió el 35% de la compañía en 2015 y el resto en el 2019, aunque según el equipo de De Molen sin forzar ningún cambio en el funcionamiento de sus instalaciones ni, por supuesto, en la calidad de las cervezas.

He bebido unas cuantas De Molen en mi vida, algunas repito con frecuencia, pero esta no la conocía hasta la fecha. Se trata de una Weizenbock, estilo que me gusta mucho, con unos respetables 9.2º de alcohol, y que tiene alguna versión envejecida en barrica tanto de vino como de bourbon. Es de un color oro brillante, más cercana a Weizenbock más claras como Vitus, casi totalmente opaca y con 2 dedos de una espuma blanca cremosa. En nariz no es excesivamente expresiva, se presenta sobretodo con malta cruda y toffee, y también son claras las notas de plátano y levadura. Más de fondo está manzana golden, un punto cítrico y delicado lúpulo terroso y herbal. No está mal pero tampoco es que acabe de definir del todo, y cuando la abrí empecé a temerme un intento fallido de emular un estilo alemán.

Nada más lejos de la realidad, en boca sale airosa del lance, siendo una cerveza bastante fiel al estilo aunque algo subida de potencia. Es de cuerpo más bien alto, con una textura cremosa, en parte gracias al trigo malteado. Igual que el aroma, empieza con abundante malta y caramelos de toffee, también destacan frutas muy maduras, entre ellas dulce de membrillo, plátano, manzana golden y algo de pera. Hacia el final salen notas de melocotón y miel, se potencia el plátano, y surge un amargor con el calor del alcohol, una acidez de naranja madura, especia picante, suaves minerales y hierba, quedando la fruta en el larguísimo regusto. Una cerveza de mucho nivel, quizá algo menos delicada que referencias alemanas, pero a cambio de ello es directa y potente, sin transgredir el equilibrio.

NOTA:

lunes, 25 de mayo de 2020

Weihenstephaner Vitus

MARCA: Weihenstephaner
MODELO: Weihenstephaner Vitus
ESTILO: Weizenbock (7'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Es por todos sabido que Weihenstephaner comenzó su actividad en el año 1040, lo que la hace la fábrica de cerveza más antigua del mundo. Sin embargo el origen de la Abadía de Weihenstephan, donde está emplazada la fábrica, se remonta al siglo VIII, cuando San Corbiniano fundó un monasterio en honor a San Vito, que finalmente se acabó convirtiendo en la abadía. El nombre de esta cerveza hace referencia a ese santo, y es una de las elaboraciones más conocidas y reputadas de esta fábrica, además de una de mis cervezas favoritas. Con esto creo que ya dejo claro que mi valoración de la misma va a ser muy favorable.

En vaso de trigo su aspecto es imponente, de un color dorado pálido, brillante, se ve ascender un torbellino de burbujas que ocupan absolutamente todo el volumen del vaso. Esto hace que su espuma,  abundante y tan densa como un merengue, sea también muy duradera. En nariz lo que más llama la atención es el plátano maduro, hay toneladas. No obstante el aroma no se queda sólo en eso y también deja hueco a mucha malta dulce, masa de pan, bizcocho y más suave cereales, que se mezcla con marcadas notas de manzana asada y dulce de membrillo. Hay algo de presencia de lúpulo en forma de cítricos y minerales pero su papel es discreto, siendo el resultado final un perfume potente, complejo y muy apetitoso.

Con 16'5º Plato es, evidentemente, una cerveza con mucho cuerpo pero aun así resulta refrescante y es bastante fácil de beber. Tiene muchísimo sabor, y sigue siendo el plátano lo principal, envuelto en mucha malta dulce, galleta, manzana madura, y más suave dulce de membrillo, bizcocho y masa de pan. Es golosa, cálida, y se nota como llena la boca sin dejar un resquicio libre. Amargor final moderado, con clavo, suave pimienta, quizá algo de canela, que se junta con un delicado soplo del alcohol, plátano, y un toque de lúpulo cítrico y mineral. Cerveza impecable, muy completa y con un equilibrio perfecto. Cuenta además con una ventaja respecto a otras Weizenbock de alto nivel y es que, a pesar de su graduación, entra de maravilla aunque haga calor. Toda una demostración de maestría, para algo llevan mil años haciendo cerveza. 

NOTA:


martes, 17 de marzo de 2020

Karg Weizen-Bock

MARCA: Karg
MODELO: Karg Weizen-Bock
ESTILO: Weizenbock (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Los orígenes de la cervecera Karg datan de hace aproximadamente un siglo, pues fue en 1912 cuando su fundador, Andreas Karg, adquirió la fábrica Hirschvogel en Murnau, una localidad situada al Sur de Munich junto al lago Staffel. Andreas se jubiló en el año 1960, y a partir de entonces de tres de sus hijos, Centa, Franziska y Andreas, tomaron el relevo. Sin embargo, a partir de 1976 se hizo cargo del negocio familiar Franz Schubert Jr, fruto del matrimonio de la primogénita Rosina Karg con Franz Schubert. Por último, para concluir esta especie de telenovela germana, desde el año 2005 la 4º generación se ha incorporado también a la empresa familiar. Dentro de las 7 cervezas que elaboran actualmente, todas de trigo, hoy ataco su Weizenbock, que conseguí en Líquidos de Zaragoza allá por Navidades.

Es de color pardo brillante, más anaranjada en base, con una generosa espuma beige de aspecto delicioso, como crema, alimentada por una carbonatación constante. El aroma es muy potente y viene repleto de esteres en forma de plátano maduro y más suave manzana golden. Se acompañan de una buena ración de chocolate con leche y galleta, leve caramelo, recuerdos de dulce de leche y malta de tueste ligero. De fondo queda bastante cereal y tostados, con un deje terroso que va de la mano con algo de clavo. Tiene lo esperable de una Weizenbock, pero sin alcanzar la contundencia de las reputadas Aventinus o Aloysius.

El trago no resulta tan goloso como esperaba, y quizá incluso le falte algo de redondez. En la entrada predominan malta, dulce de leche, toffee, y más suave chocolate con leche, haciendo que al principio pueda incluso resultar algo empalagosa, aunque en seguida se corrige al aumentar la temperatura y permitir que otros sabores más sobrios compensen el dulzor. El plátano maduro se presenta también exuberante en boca, acompañado de leve miel, un punto de canela e incluso algo de alcohol especiado. Final de amargor considerable, sirve para compensar el dulzor aunque solo en parte, ya que el alcohol tira en dirección contraria. Regusto largo con plátano, minerales y miel que se arrastran desde el amargor final. Aunque desafía el equilibrio creo que es una buena cerveza. No tendría problema en repetir si me la ofreciesen, pero dentro de este estilo llegan a España referencias de tan alto nivel que no le encuentro mucho sentido a buscar esta en concreto.

NOTA:

domingo, 8 de enero de 2017

Schmucker Weizen Bock

MARCA: Schmucker
MODELO: Schmucker Weizen Bock
ESTILO: Weizenbock (6'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Schmucker es una cervecera fundada en 1780 por Nikolaus Schönberger en Mossautal, un pequeño municipio del Land alemán de Hesse. Desde el año 2006 forma parte de Brau Holding International, el tercer grupo de cerveceras de Alemania, dentro del cual se encuentran marcas de gran calibre como Paulaner, Hoepfner, Kulmbacher o Fürstenberg. Elaboran en la actualidad 18 cervezas distintas, entre ellas la primera Kellerbier que comentamos en Hipos Urinatum allá por el 2009, o la Weizenbock de la que voy a hablar en la entrada de hoy. 

Esta es de color ambar, anaranjado en su base, con una turbidez muy discreta, sobretodo si tenemos en cuenta que es una cerveza de trigo. La espuma es relativamente escasa y en pocos minutos ha desaparecido todo rastro de ella de la superficie, quedando un aspecto bastante poco apetitoso. Por suerte el intensísimo aroma recupera las expectativas con una deliciosa mezcla de malta dulce, toffee y tenue chocolate con leche con un torrente de plátano, pera madura y algo más suave manzana asada y melocotón. Aporta complejidad la levadura de carácter lácteo y el lúpulo floral, con notas de miel, clavo y canela, quedando un conjunto a la altura de las mejores representantes del estilo.

En boca se presenta con malta en grandes cantidades mientras que el caramelo parece haber perdido algo de fuerza, resultando más ligera de lo esperado. El plátano también está más controlado al inicio del trago, aunque luego se desata, acompañado por manzana y posteriormente naranja madura. Textura cremosa y con carbonatación muy ajustada, termina en un amargor moderado, floral, con notas de miel, algo de cítricos y un punto de especia picante. A pesar de su espantosa imagen al servirla, la verdad es que es una Weizenbock bastante decente aunque, eso sí, poco más contundente que una Dunkelweizen. Quizá no sea para buscarla de propio, pero se disfruta sin problemas.

NOTA:

martes, 21 de agosto de 2012

Schneider Weisse Tap 5 Meine Hopfenweisse

MARCA: Schneider Weisse
MODELO: Schneider Weisse Tap 5 Meine Hopfenweisse
ESTILO: Weizenbock (8'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Pocos conceptos cerveciles pueden resultar tan interesantes como el que exhibe esta cerveza de G. Schneider & Sohn, al plantear lo que podría ser una fusión entre un estilo clásico como las Weizenbier y la relativamente reciente corriente de no escatimar en el empleo del lúpulo. A mí, a priori, me pareció una idea que podía dar muy buenos resultados, y eso sin tener en cuenta quienes se iban a encargar de hacerla realidad no eran otros que los responsables de una cerveza tan valorada como Aventinus, con la que muy pocas se pueden permitir medirse.

A pesar de ser una Weizenbock, cosa que por cierto no sabía antes de comprarla, no tiene el aspecto típico de este estilo sino que es más parecido a Weihenstephaner Vitus, con un color dorado intenso, rebosante de espuma con tenues reflejos amarillentos. El aroma es bastante dulce, como era de esperar con una GO de 18'5%, con una base de malta, caramelo y plátano maduro, bien envuelta en naranja, albaricoque y miel, pero en seguida el lúpulo cambia las reglas a mitad de partida e introduce un torrente de hierba y pino, intenso pero no desbocado, que se combinan notas más secundarias de clavo, canela, leves flores y un toque de hoja de limón.

Por tanto lúpulo esperaba una cerveza especialmente refrescante, y sin embargo no es el caso, puesto que la gran cantidad de malta y el alcohol arrastran el sabor hacia un espectro más dulce. No obstante, una vez asumido que no es una "IPA de trigo" desaparecen todos los problemas, y se empieza a disfrutar de la intensidad de la malta ligeramente tostada, plátano y manzana asada, acompañada de suaves recuerdos de pera, uva blanca y miel. A partir de aquí resucitan la hierba y las flores del lúpulo, a diferencia del aroma poniendo más énfasis en las segundas, con un leve toque levaduroso, que dan paso a un final mezcla de cítricos, hierbas, especias picantes, fruta madura y alcohol, todo ello ensamblado y equilibrado con maestría. Se despide con la calidez del alcohol, dejando huella de un cuerpo robusto y la sensación de haber podido probar un experimento con un muy buen resultado.

NOTA:

lunes, 14 de mayo de 2012

Kuchlbauer Aloysius

MARCA: Kuchlbauer
MODELO: Kuchlbauer Aloysius
ESTILO: Weizenbock (7'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Esta ha sido sin duda la cerveza que más me ha gustado de la feria de alimentación internacional del Corte Inglés. Nunca antes había oído hablar de esta fábrica pero simplemente por la etiqueta me dio buenas vibraciones, y ya buscando más información la cosa pintaba incluso mejor: fundada en el S.XIV, con más de 700 años de experiencia, y dedicación exclusiva a las cervezas de trigo desde los años 70. ¿Se puede pedir más? Compré 3 botellas distintas y dos de ellas, Hefe-Weiβbier y Dunkelweizen, desaparecieron en una épica partida de Risk (que por cierto perdí miserablemente), dejándome además muy buen sabor de boca.

La Weizenbock sin embargo preferí reservarla para Hipos, pues desde Aventinus no hemos comentado ninguna de este estilo, así que aquí va. Como era de esperar es oscura, turbia, cubierta por una capa de espuma marrón que parece cemento por lo compacta que es, consecuencia de una carbonatación que sería imposible superar. Este color sufre una transformación muy peculiar al servir el final de la botella con la levadura, se dibujan ondas blanquecinas a lo largo del vaso, que se van difuminando, palideciendo ligeramente el líquido y creando una imagen genial. En cuanto al aroma, solo tengo una palabra para describirlo: perfecto. Muy profundo, intenso, penetrante y complejo, con un claro dominio del dulce con notas de chocolate y caramelo, algo más moderada malta tostada, y con fuerte presencia frutal, sobretodo plátano maduro, recuerdos de limón y leve melocotón. Por si fuese poco también abundan las especias, canela la más evidente y también clavo, para terminar con un toque herbal y cítrico aportado por el lúpulo que le quita un poco de dulzor consiguiendo un resultado inmejorable.

De sabor sigue siendo igual de impresionante, quizá no tan densa ni compleja pero sin duda riquísima. Comienza ya dulce, muy cremosa, con malta tostada, a lo que se añade un torrente de caramelo y chocolate con leche, y de nuevo aportado por el trigo notas de plátano a discreción, que se combinan de forma sublime con el cacao. Por lo demás, las especias aunque posiblemente están algo atenuadas respecto al aroma siguen teniendo una fuerte relevancia, sobretodo hacia el final, donde aparece un leve toque cítrico y muy suave alcohol, para tras un mínimo amargor, deja un regusto mezcla de plátano, hierba y chocolate con leche de una duración larguísima. Cada trago es una delicia, una estupenda Bock de Trigo que puede permitirse el lujo de mirar cara a cara a la todopoderosa Aventinus, lo cual no es poco. No me atrevería a decir cual de las dos me gusta más porque hace bastante que tomé por última vez la segunda pero vamos, ahí andan.


NOTA:



Actualizado por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Hace un tiempo recibí esta cerveza en un celebérrimo intercambio cervecil de los que se suelen dar entre personas de este blog en la estación de Zaragoza. Esta venía incluida como cerveza adicional, pero no por ello ha resultado ser una cerveza de segundas. Habiendo leído comentarios tan favorables como el que le da Embracing, y teniendo en muy alta estima a otra weizenbock como es Aventinus, cabía esperar bastante.

La cerveza es de color marrón turbio, no tan oscuro como cabría esperar. Se aprecia una cantidad ingente de burbujas subiendo a la superficie, acabando en una capa de espuma beix, de burbuja pequeña, poco consistente pero duradera. Si echase humo sería una pócima.

El aroma es inmediato, debatiéndose entre el torrefacto y el toque herbal, con notas maltosas, afrutadas, de plátano, melocotón, y en menor medida el cítrico y la levadura. También se perciben especias, canela y notas florales. En boca su sabor es dulce, afrutado y muy maltoso. Aparece de cuando en cuando el caramelo, el chocolate y el café, para pasar a un final algo herbal y ligeramente ácido. El regusto es algo picante, dejando una sensación muy agradable.

En conjunto una cerveza muy redonda, aunque quizás me había hecho demasiadas espectativas, porque la esperaba mucho más épica.

NOTA:



domingo, 1 de mayo de 2011

Schneider Weisse Tap 6 Unser Aventinus

MARCA: Schneider Weisse
MODELO: Schneider Weisse Tap 6 Unser Aventinus
ESTILO: Weizenbock (8'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Por fin he localizado un lugar en Zaragoza donde poder comprar Aventinus de forma regular, el Alcampo de Valdefierro, y no podría estar más contento, tener una cerveza de este nivel siempre al alcance es un verdadero placer. Me sorprendió hace tiempo la decisión de la fábrica de cambiar la etiqueta morada original por esta otra, en mi opinión mucho menos lograda, pero por suerte lo que realmente importa, que es la cerveza en sí, no la han modificado ni un ápice. No me molesto en reseñarla de nuevo puesto que ya lo hice en antes en esta entrada, simplemente aprovecho para reafirmar mi pasión por esta excelente cerveza.

NOTA:

lunes, 8 de junio de 2009

Aventinus

MARCA: Aventinus
MODELO: Aventinus
ESTILO: Weizenbock (8'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Weissbierbraeuerei G.Schneider & Sohn es una cervecera alemana fundada en 1872 en Münich por Georg Schneider I y su hijo. Es un negocio familiar que ha pasado hasta el momento por las manos de 5 Georg Schneider más y una Mathilde Schneider, y que se ha dedicado desde el primer momento a la elaboración de cervezas de trigo.

Su producto estrella, con una merecida reputación, es Aventinus, una weizenbock de color pardo, muy turbia, que forma una capa de espuma beige muy abundante y tan cremosa que hace la boca agua. Por si fuera poco, una vez servida un olor dulce y penetrante inunda la habitación, donde aparece de inmediato un intenso aroma a platano maduro, también con fuerza malta de trigo tostada en el estilo de las Dunkelweizen, con recuerdos de batido de chocolate, sirope, suave caramelo y matices levadurosos y especias de fondo que completan el espectro. Todo esto, además, en un espléndido equilibrio que hace que no resulte en absoluto empalagosa, ante lo cual en este momento se hace difícil contener las ganas de saborearla.

El sabor es similar en cuanto a intensidad, dulzor y equilibrio. Cada trago comienza con una leve acidez cítrica, predomina igualmente el platano maduro sobre una base de malta tostada y chocolate, como un banana-split, más leve caramelo, y pese a presentar un cuerpo completo se bebe con una fluidez que parece que acaricie la boca. Surgen de repente potentes matices especiados que le dan un punto bastante curioso, muy agradable, y hacia el final aparece el alcohol, tan bien controlado que se convierte en una parte indispensable del gusto, manteniendose hasta el final donde junto con notas frutales da una sensación muy reconfortante mientras se va desvaneciendo poco a poco en un regusto larguísimo que recuerda en cierta medida al ron. Una cerveza quizá algo agresiva pero de un nivel altísimo, obligatoria para los amantes de las de trigo.

NOTA:





Tenía muchas ganas de probar la Aventinus, y por fin el otro día dí con una estantería repleta de ellas en el Alcampo, por lo que me agencié una botella para sobrellevar de una forma agradable la nube de exámenes que me está lloviendo estos días. Una gran compra, he de decir.

La Aventinus es una señora weizenbock, que ya con su etiqueta morada y ampliamente ornamentada con detalles dorados se presenta de una forma exquisita. Hace gala de un color marrón oscuro muy turbio y tiene una corona burbujeante, de color beix claro, que se mantiene cremosa y duradera. En seguida envuelve el espacio con un aroma a plátano dulce y malta que invita al trago. Su sabor es fantástico, desplegando una infinidad de matices de café bombón, chocolate, frutas y un final alcohólico perfecto, que recuerda a un licor señorial, dejando la garganta vibrante y con muy buen sabor. En la boca se forma una espuma que acrecenta estos matices y los mantiene trago tras trago.


Una cerveza intensa, equilibrada y riquísima, ideal para acompañar un buen rato de relax tras un examen, vaya que sí.

NOTA:



jueves, 4 de junio de 2009

Erdinger Pikantus

MARCA: Erdinger
MODELO: Erdinger Pikantus
ESTILO: Weizenbock (7'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: En plena guerra de exámenes no he podido hacer otra cosa que aprovechar un día de descanso para suministrarme unas cuantas botellas y poder sobrellevar esta temporada de una forma más agradable. Una de las elegidas para este aprovisionamiento, fue la weizenbock de Erdinger, la Erdinger Pikantus. Embracing documentó la marca en el post de la Weiβbier, por lo que saltaremos esa parte.

Hay veces en las que de tanto ir a un restaurante te acostumbras a pedir siempre lo mismo, y con las cervezas no hay excepción. Hace un tiempo solíamos ir con los amigos a un determinado restaurante-cervecería de Huesca, y tras varias visitas, la elección del bocadillo de salchicha cracoviana acompañado de una Pikantus se convirtió en todo un ritual. Lastimosamente, desde hace unos meses dejaron de suministrarla, al igual que muchas otras cervezas, por lo que ese restaurante perdió parte de su atractivo. Al encontrar el otro día la botella en el supermercado, la nostalgia me hizo adueñarme de un burbujeante ejemplar.

La Erdinger Pikantus viste un color café oscuro, algo turbio, y presenta una atractiva corona de espuma beix consistente, esponjosa y duradera. El aroma se ve envuelto con tintes de frutas maduras, levadura y un leve matiz de caramelo. En la boca exhibe un primer sabor a café dulce y caramelo, dejando paso a un tono afrutado muy agradable, entre dulce y ácido, y rematando con un final lupulizado algo agrio. La espuma tiene un sabor a hierro que recuerda a la sangre, detalle que recalcábamos siempre en el restaurante en el que nos la servían, mojando un dedo en el vaso y llevándonoslo a la boca. Su concentración en alcohol (7'3%) hace presencia, y no precisamente en el sabor, por lo que hay que tomarla con cautela y tranquilidad si no se quiere terminar bailando sobre la mesa (ahora se entiende algo mejor nuestra elección cervecil en el restaurante).

Una buena cerveza que además me trae muy buenos recuerdos.

NOTA: