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martes, 16 de noviembre de 2010

Queue de Charrue Triple

MARCA: Queue de Charrue
MODELO: Queue de Charrue Triple
ESTILO: Tripel (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: En el año 1906 Henri Vanuxeem retomó la cervecera Gillebert y se dedicó a elaborar y distribuir localmente cervezas de distintos estilos. Sin embargo, han sido necesarios 82 años para que los nietos de este se hayan decidido a crear su propia marca, Queue de Charrue, traducción al francés del nombre de Ploegsteert, la villa flamenca donde está situada la empresa.

Sorprende que por su color dorado cristalino parece más una lager que una ale belga, y no es lo único sino que la burbuja grande y la gasificación ligera también despistan. Saliendo de una mínima capa de espuma blanca se aprecia un aroma dulce, no demasiado intenso, dominado por frutas, principalmente naranja y melocotón maduro, acompañado por notas de alcohol y especias, ambas con suavidad y guardando un buen equilibrio.

El sabor controla bien el dulzor, pero es a mi parecer algo inconsistente. Comienza con una suave acidez frutal, mezcla de naranja y limón, con discretos matices florales, a la que se suma el azúcar, muy moderado y que se acentúa un poco más en el largo regusto gracias a la presencia del alcohol. No está mal, aunque es quizá demasiado ligera para mi gusto.

NOTA:



Escrito por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Retomando la saga de cervezas francesas que secuestré en mi último viaje al país vecino, esta vez tocaba probar la Queue de Charrue, una cerveza belga, una Ale Belga (lo remarco por el especial cariño y apetito que me suscita este estilo). No quería verme influído por la opinión de Embracing (en este mismo post) y otros internautas, así que sin demora la he servido para acompañar un par de filetes con pimientos.

Viste un color amarillo cristalino, como de miel, sobre el que se posa una capa de espuma blanca y esponjosa, que con fugacidad reduce su tamaño, sin llegar a desaparecer. Como si de champán se tratase, una multitud alborotada de burbujas suben hacia la superficie. Su aroma principal es dulzón, con malta, alcohol, y una base afrutada. Adquiere un punto levemente herbal en el trago, sin dejar de lado los matices anteriormente ostentados, destacando el alcohol, que desequilibra un poco el conjunto.

Me he quedado con ganas de más. Coincido con la valoración de este de aquí arriba.

NOTA: