sábado, 24 de agosto de 2013

Tyris Riu Rau

MARCA: Tyris
MODELO: Tyris Riu Rau
ESTILO: American Pale Ale (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Ésta es una más en la larga lista de botellas que Cristina y Fernando me han ido trayendo de sus distintos viajes durante los últimos años, en este caso de sus vacaciones en Jávea. (antes de que se me olvide, muchísimas gracias a ambos) Esta cerveza originaria de Benissa, en la comarca alicantina de Marina Alta, lleva el nombre de una construcción típica de esta región que tiene la función de proteger a la uva del clima durante el proceso de secado para convertirse en pasa. Actualmente se elabora en In Extremis, la fábrica de Tyris, de cuyas cervezas ya hablamos hace un par de años a raiz de un generoso regalo de la ya  tristemente difunta Lupulo A Mansalva.

Es una cerveza de color marrón rojizo, con destellos amarillentos, que al tocar la copa forma una compacta espuma beige que rápidamente mengua hasta medio dedo de altura. En nariz es discreta, no muy potente, aunque con una acidez cítrica y muy especiada que penetra en nariz con ferocidad. De fondo, sin estorbar demasiado, queda malta tostada, manzana dulce, ciruela negra, leve naranja y plátano, con un sutil punteado de hierba que potencia el cítrico. Más que otra cosa, lo que me pareció es una cerveza bastante peculiar, al menos su aroma.

En boca tampoco está mal, la textura es agradable y el sabor, pese a ser algo apagado, se disfruta, aunque sí que es cierto que daba la impresión de ser algo rudimentario. Se junta en el sabor un centro de cereales frescos, manzana, uva blanca y más suave malta, envuelto en un manto de hierba con chispas de pino y lima. De trago largo, refrescante, deja en la boca notas de levadura a medida que se va secando, hasta terminar con un final de amargor moderado, dirigido por lúpulo herbal, que con la ayuda de cítricos y especia picante sirven de impulso para un regusto sin prisas. Una cerveza rústica y un tanto rara, no demasiado complicada ni sabrosa, pero que antes de que te des cuenta se ha terminado. Creo que le falta afinar la receta y definir más los sabores, pero no me importaría tomar alguna en otra ocasión si no es demasiado cara.

NOTA:

domingo, 18 de agosto de 2013

Dispensador Happy Beer (Compra ECO)

Hace unas semanas se puso en contacto con nosotros Marta Guiu, en representación de la tienda online Compra ECO, comentándonos que, si bien esta empresa no se dedicada específicamente a la cerveza, tenían un producto que nos podía resultar interesante tanto a nosotros como a nuestros lectores: un dispensador de cerveza Happy Beer, que estaban dispuestos a enviarnos gratis para que probásemos y comentásemos nuestras impresiones.

Hacía un tiempo me había planteado comprarme uno, pero puesto que nunca había probado uno de estos aparatos y no estaba seguro de que mereciese la pena, junto con el inconveniente de que los barriles de 5 litros se deben consumir en las primeras 24 horas después de abrirlos y no suelo juntarme con los amigos en casa, al final rechacé la idea. Así, ésta nos pareció una excelente oportunidad de tener una primera experiencia con este tipo de artículos, contestamos a Marta que aceptábamos encantados su propuesta, y en menos de 3 días teníamos en casa la caja con el dispensador perfectamente empaquetado.

Por supuesto, en cuanto llegó lo primero que hice fue desembalarlo y montarlo con la ayuda del manual, y la verdad es que quedé bastante satisfecho con el elegante aspecto del aparato. Por desgracia en ese momento no tenía un barril a mano, ni tiempo para estrenarlo ni compañía para hacerlo, así que decidí esperar hasta un momento más adecuado y así tener unos días para buscar algún mini-keg que mereciese la pena. No obstante, lo que sí que pude es deleitarme tras comprobar algunas características de este dispensador que me parecieron muy interesantes:

- Se conecta a la corriente, enfría el barril y lo mantiene a una temperatura determinada.
- Tiene adaptador para todo tipo de barriles. (incluyendo uno especial para los de Heineken, que me temo que en mi caso se quedará sin estrenar)
- Incluye también una garrafa de plástico de 5 litros desde la que se puede servir cualquier bebida que se coloque en su interior, muy útil para homebrewers.

Pasaron un par de semanas hasta que pude estrenarla, cosa que hice ayer aunque con una cerveza no tan apetecible como esperaba, pero que igualmente disfruté. Su funcionamiento no tiene mucho misterio; solo hay que enfriar el barril, colocar el adaptador adecuado y conectarlo al dispensador por dos tubos, uno que desemboca en el grifo, y otro que introduce aire en el barril y hace que la cerveza salga con presión. La única dificultad la encontré a la hora de poner el adaptador, puesto que hay que retirar la pieza de plástico de la parte superior del mini-keg y no es fácil, de hecho unos alicates me parecen imprescindibles. 

Una vez hecho esto solo queda la parte fácil, que es beber la cerveza. Hay que reconocer que sale en muy buenas condiciones tanto de temperatura como de carbonatación y se nota claramente la diferencia tanto con la botella como al tomarla directamente del barril, empleando la llave que estos suelen incorporar. La única decepción ha sido el escaso calibre que tiene el chorro de cerveza, lógicamente el de la goma que va por el interior del grifo, pero es de todas maneras una pega de una importancia escasa.

Para resumir, salvo este último inconveniente, me ha parecido un aparato que puede resultar interesante, aunque posiblemente es para ocasiones puntuales más que para tenerlo siempre conectado. ¡No puedo esperar a tener un mini-keg de Schlenkerla Märzen para probarlo con una cerveza que merezca la pena! Muchísimas gracias a Compra ECO y a Marta Guiu por habernos permitido probar el dispensador.


viernes, 16 de agosto de 2013

Teufel 77 Agave Honey Ale


MARCA: Teufel
MODELO:
Teufel 77 Agave Honey Ale
ESTILO:
Blonde Honey Ale (5,5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN:
México

CARACTERÍSTICAS:
Últimamente parece que solo escribo cuando mi amiga mexicana Laura me trae algún presente cervecil de su país. Ciertamente, cada vez saco menos tiempo para escribir, que no para leer y seguir probando espumosas. En este caso un estilo curioso, una artesana elaborada con miel de agave, de la que no he podido encontrar demasiada información.

La cervecería Teufel es una empresa oaxaqueña fundada en el 2011 dedicada a la elaboración de cervezas artesanales. Sus productos se presentan bajo dos conceptos; los de elaboración tradicional basados en las recetas clásicas de estilo alemán, y las creaciones innovadoras que se destacan por la inclusión de ingredientes originales típicos del estado de Oaxaca. Este es el caso de la Agave Honey Ale.

Esta cerveza viste un color turbio y marrón, anaranjado al trasluz. Es turbia, con una visible carbonatación elevada y una generosísima capa de espuma blanca de burbuja grande. Desprende un aroma muy agradable a malta y flores, con ligeras notas a lúpulo, muy suaves.

En boca tiene un resultado curioso, con el peculiar toque de la miel de agave, fundido con el lúpulo herbal. Es dulce, pero enseguida se torna algo agria, sin llegar a perder calidad. Es una cerveza suave, sencilla y peculiar, aunque para mi gusto, con un dulzor demasiado persistente.

Todo un descubrimiento, ¡muchísimas gracias, Laura!

NOTA:

lunes, 12 de agosto de 2013

The Kernel India Export Porter

MARCA: The Kernel
MODELO: The Kernel Export India Porter
ESTILO: English Porter (5'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Si menciono el nombre de Evin O'Riordain probablemente muchos no sabrán a quién me estoy refiriendo; sin embargo, si aclaro que es la persona que está detrás de la cervecería The Kernel, seguro que la cosa cambia. El proyecto de este irlandés comenzó en Maltby Street, en el Sur de Londres, en el año 2009, inspirado en las cervezas americanas de las que tanto había disfrutado durante una estancia de 2 meses en Nueva York que aconteció un par de años antes. Desde entonces la reputación de la fábrica no ha parado de crecer, a pesar de las pocas botellas que salen de la capital inglesa, siendo esta marca una de las más buscadas por los fanáticos de la cerveza.

Esta botella me llegó gracias a una de las pocas, si no la única, vía de conseguir cervezas de esta marca en España: Zombier. Sorprende lo simple y escueto de la etiqueta, en la que no hay prácticamente ninguna información aparte de lo imprescindible, pero el motivo lo explica muy bien en esta excelente entrevista, que por otra parte recomiendo leer. Guarda en su interior un líquido negro como el petróleo, y digo líquido sin mucho convencimiento porque por su fluidez se podría debatir, que al servirlo genera una exuberante capa de espuma beige marronácea, de textura similar al merengue. El aroma tiene tanto una intensidad como una complejidad máximas, abriendo con cereal muy tostado y café, con toques de madera, embadurnados en profundo chocolate negro y regaliz. Lo que marca la diferencia con otras Porter británicas es la función del lúpulo, que con su perfume herbal, adornado con un punto de cítrico y pino, marca el rumbo. Me sorprendí también al leer la baja graduación alcohólica, muy inferior a lo que esperaba por la densidad y fuerza con la que se presenta en nariz, que podría esconder una graduación mucho mayor.

En boca resulta especialmente áspera, el dulzor es mínimo, con un tostado muy intenso, mucho torrefacto y más suave caramelo quemado y mora. De cuerpo completo, conduce el trago con calma, con la presencia evidente del lúpulo británico que desprende notas de hierba y limón. Termina en un final de amargor intenso, aunque quizá disimulado por la contínua presencia de este sabor a lo largo del trago, inundando la boca de café espresso, cacao, hierba, cítricos, un leve picante en el fondo de la garganta, y medidos recuerdos de tabaco y humo, dejando una agradable calidez. La verdad es que es una cerveza que puede resultar un poco dura pero el resultado es fantástico, es como una versión reforzada y algo lupulada de Anchor Porter. Otra marca que apunto para no perder de vista.

NOTA:

domingo, 4 de agosto de 2013

Sacristán Amber Ale

MARCA: Sacristán
MODELO: Sacristán Amber Ale
ESTILO: Amber Ale (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: La marca Sacristán lleva el nombre de su progenitor, Eduardo Sacristán Beltri, quien, con el apoyo de la empresa de alimentación Bardisa & Cía, elabora desde el año pasado la cerveza Amber Ale en sus instalaciones de un polígono de San Vicente del Raspeig, a las afueras de Alicante. Personalmente no la conocía, aunque sí que me sonaba haber leído su nombre por algún lado (siendo de Levante, probablemente en el blog de Pau o de Txema), y me temo que si no fuese por Cristina y Fernando, quienes se acordaron de mí en un viaje a Jávea, jamás la habría probado... así que muchísimas gracias a ambos, una vez más.

El diseño de la botella es bonito, eso no se puede negar, pero a mí me sigue sin gustar esta moda de querer convertir la cerveza en un producto de lujo, y da la impresión de que esto es lo que se pretende con Sacristán, más todavía si se dice que va destinada a un público de nivel adquisitivo medio - alto. En su interior contiene un líquido de color naranja brillante, con destellos ambar y amarillentos, que forma una escasa espuma blanca de burbuja fina que se volatiliza con rapidez, dejando un anillo adherido a la pared del vaso. Al descorcharla sugiere que va a resultar muy aromática, se intuye malta y fruta desde la distancia, pero una vez servida cualquiera diría que ese primer contacto ha sido un espejismo, puesto que malta, naranja y albaricoque pierden casi toda su presencia, cediendo su posición a una acidez no demasiado agradable mezcla de hoja de limón y pomelo, suave hierba e intensos recuerdos de óxido y aspirina. 

Cuando encontré esto sospeché que algo no iba bien, y temía encontrarme ante una cerveza en mal estado; aun así decidí arriesgarme y probar su sabor. Craso error, puesto que tras una intensa efervescencia apareció un desastre gustativo, amargo y ácido en extremo, mezcla de limón, malta, cuero y óxido que inundan el trago, y dejan al final un sabor a agua sucia y aspirina. Ese único sorbo bastó para confirmar la contaminación, y no tuve más remedio que tirar la botella prácticamente llena por el fregadero, eso no había quien se lo bebiese. Puesto que era un regalo no sé cuanto costaría la botella, pero apuesto a que no bajó de los 3 euros, un precio excesivo a todas luces para una botella de cerveza hecha a escasos 20 kilómetros de donde se compró, incluso si hubiese estado en buenas condiciones. No sé, yo creo que estas cosas hay que replanteárselas porque de 6 botellas contaminadas con las que me he topado en mi vida, todas eran artesanales de la Península. Y mira que hay marcas fantásticas, como Guineu, Naparbier, DouGall's y algunas más, pero también hay otras con las que al comprarlas, además de gastarte un buen dinero, te estás enfrentando a una auténtica lotería.

NOTA: