domingo, 28 de julio de 2013

Tegernseer Hell

MARCA: Tegernseer
MODELO: Tegernseer Hell
ESTILO: Münchner Hell (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La Herzoglich Bayerisches Brauhaus Tegernsee es la continuación de la cervecera fundada en Tegernsee en el año 1050, en el monasterio Benedictino de Tegernsee construido en el 746, empatando así con Weltenburger en el puesto de la segunda fábrica más antigua del mundo, por supuesto después de la reputada Weihenstephaner. Si se visita esta ciudad al pie de los Alpes, repleta de casas de tamaños monstruosos y coches de alta gama, opino que una de las actividades obligatorias a realizar es tomar una jarra de cualquiera de las variedades de esta marca en su Bräustberl, en la orilla del lago, quizá acompañada de algo de comer como el tradicional Leberkäse.

Cuando yo estube por ahí rondando en Mayo, opté por la Dunkel, que no es fácil de encontrar en Munich, sin embargo a lo largo del día ya había tomado alguna jarra de la Hell, que es la que voy a comentar hoy. Es una cerveza amarilla pálida, con espuma blanca brillante y abundante de la que se conserva un par de centímetros, alimentados por una gasificación abundante y constante. Tiene un perfume de intensidad media, con una base de malta levemente dulce, frutos secos y cereales, envuelto en firme manzana verde y uva blanca, con un toque de limón y miel, y un mínimo punto de clavo. Con la ayuda del lúpulo noble alemán, que aporta notas florales, ligeramente terrosas, se consigue un aroma fresco y natural, muy en la línea de la mayoría de cervezas de este estilo.

Derrocha potencia y firmeza en boca, pero es a la vez refrescante y de trago fácil. De nuevo se presentan dominando malta y cereales, acompañadas de limón y suave manzana sobre un fondo ténue de miel y flores. El final es de un amargor claro pero moderado, aunque más áspero y con más especia picante de lo que cabía esperar. Queda un regusto largo, floral y mineral, apuntalado por una acidez cítrica y ligeramente herbal, lanzadera siempre para el siguiente trago. No es especialmente compleja, pero ¿quién demonios busca complejidad en una Helles? Se busca sabor intenso y agradable, y cosa que tiene de sobras, y se busca que sirva como complemento para disfrutar del momento en buena compañía, ya sea en un Biergarten junto al Tegernsee bávaro o en la terraza de una casa en Pamplona, cosa para la que esta cerveza es inmejorable.

NOTA:

lunes, 22 de julio de 2013

Dachsenfranz Kellerbier Naturtrüb

MARCA: Dachsenfranz
MODELO: Dachsenfranz Kellerbier Naturtrüb
ESTILO: Kellerbier (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Esta botella del rico Land de Baden-Wütenberg también llegó a mis manos hace unos meses gracias a la generosidad de Vicky, que la trajo de Alemania. La fábrica que la elabora comenzó su actividad en 1832, con el nombre de "Adler Gashaus", bajo la dirección de la familia Werner, y no fue hasta 1993 cuando estrenaron la marca Dachsenfranz, que progresivamente fue aumentando su presencia en el catálogo de la cervecera en detrimento de la clásica Adlerbräu. Este nombre hace referencia al apellido de Francesco Dachsenfranz, un italiano que luchó bajo las órdenes de Garibaldi en las Guerras de la Indepencia Italianas, y que tras una disputa con un superior (homicidio incluido) huyó a la región de Kraichgau, donde pasó el resto de su vida inmerso en la naturaleza. Ahora forma parte de folklore popular de esta región, llegándose incluso a celebrar un festival bianual de carácter histórico dedicado a su persona.

Pertenece al estilo conocido como Kellerbier, del cual ya hemos hablado antes en varias ocasiones y que, como habréis podido comprobar, incluye cervezas de características bastante diversas. Concretamente esta es la más pálida de cuantas he probado, con un color amarillo pajizo, y probablemente la más carbonatada, puesto que produce una espuma blanca jabonosa que casi rebosa la jarra. El aroma es fantástico, el lúpulo noble domina con claridad dando un perfume herbal y cítrico, con intensos matices terrosos y especiados. Queda en el fondo malta dulce y abundantes cereales, con leves recuerdos minerales y frutales.

En boca se presentan con fuerza la malta y los cereales, con fruta madura de fondo, acompañadas de un agudo punteado de cítricos y especias, que son potenciados por la activa efervescencia. El lúpulo herbal, de intensidad moderada aunque con un frescor poco habitual, está presente en todo momento, y a medida que se acerca el final gana margen, acompañándose entonces de más leves notas florales y cítricas. Termina con un amargor suave y largo, acorde con el regusto. Una cerveza de sesión estupenda, para disfrutar en grandes cantidades pero conservando una cierta complejidad, que consigue mantener el interés. Sorprende, y se agradece, la importante aunque muy controlada presencia del lúpulo, cuyo frescor consigue aumentar la sensación de naturalidad que se busca en este tipo de cervezas.

NOTA:

domingo, 14 de julio de 2013

Mönchshof Bayerisch Hell

MARCA: Mönchshof
MODELO: Mönchshof Bayerisch Hell
ESTILO: Münchner Hell (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Pese a mi reciente viaje a Baviera, con contrabando cervecil incluido en el vuelo de vuelta, esta botella no la conseguí por esta vía sino que me la trajo la internista Vicky de ¿Stuttgart? (puede, no estoy seguro), donde cargó su furgoneta de botellas y de novios... o al menos de un novio, que llevaba varios meses por ahí perdido. La fábrica que la elabora, Kulmbacher, no es, ni mucho menos, mi favorita de esta región alemana... sin embargo sí que es cierto que varias de sus cervezas me fascinan, sobretodo la Eisbock y su Hefe-Weißbier Kapuziner

Las Helles son un tipo de cervezas que últimamente estoy disfrutando mucho, aunque tienen el inconveniente de que hay que beberlas poco tiempo después de su elaboración para encontrarlas en su punto álgido, además de que no soportan demasiado bien los viajes. Quizá esto haya tenido parte de culpa, pero esta cerveza la verdad es que pareció tan buena como esperaba. Es dorada, con una espuma porosa no demasiado abundante, y emite un aroma de intensidad ligera, compuesto por una mezcla de malta dulce, cereales y pan fresco, entrelazados con notas de manzana golden, un punto de especia picante con un firme recuerdo floral, y un levísimo toque cítrico y levaduroso. Esta descripción podría encajar con muchas Münchner Hell, sin extraerse de su lectura ninguna característica negativa, aunque es cierto que tampoco sugiere tener unas cualidades excepcionales

Respecto a este tema, pasa exactamente lo mismo con el sabor, que sigue además unas líneas superponibles a las del aroma. Es también moderadamente dulce, con una base de malta y suave miel, algo picante gracias a la ayuda de la carbonatación, que da una leve efervescencia en la punta de la lengua. Se complementa con notas frutales, manzana golden sobretodo y más suave pera y cítricos, para terminar en un final de amargor discreto, claramente floral, con tenues recuerdos terrosos, minerales y especiados. No es la cerveza más compleja ni sabrosa, incluso se podría decir que es algo simple, pero no obstante resulta refrescante y disfrutable sin esfuerzos. Quizá no sea como para buscarla de propio, pero yo no le haría ascos si me la vuelvo a encontrar. ¡Gracias, Vicky!

NOTA:

martes, 9 de julio de 2013

Naparbier Undead Remastered

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Undead Remastered
ESTILO: Double IPA (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: A estas alturas, las Naparbier de producción regular no me ocultan ya ningún secreto, las tengo todas más que probadas tanto de botella como de barril (en este último formato abundan en Pamplona, y mejoran bastante respecto a su presentación en botella, lo cual no es fácil). En lo que sí que no estoy demasiado puesto es en las múltiples cervezas de edición limitada que han ido saliendo al mercado en los últimos meses, puesto que estas botellas, al menos por el momento, no se han podido encontrar en la capital navarra... y, la verdad, casi me da rabia hacer pedidos para que vuelvan a su lugar de origen. Había de todas maneras una que sí que quería conseguir a toda costa, el relanzamiento de Undead, una IPA doble que produjeron en el 2011 con Javier Aldea de la cervecería Kitsch de Vitoria, y que iba a ver de nuevo la luz un par de años después. Entonces me quedé sin probarla, y este año decidí no perder la oportunidad, antes las buenísimas críticas que suscitó.

Luce un color pardo anaranjado, acompañado de una generosa y espesa crema beige amarillenta, muy resistente. Sorprende lo poco aparente que resulta la carbonatación a simple vista, pero el explosivo aroma que posee esta cerveza no necesita la ayuda del gas para llegar a las fosas nasales. En este se detectan con facilidad, o más bien irrumpen, toneladas de hierba y pino junto con intensos recuerdos de cítricos, que al principio resultan un poco arrolladores. A medida que se va calmando esta furia inicial, aparecen malta dulce, caramelo, almíbar y suave miel, mezclados con naranja, mango y melocotón, que sirven de soporte y equilibran muy bien el potente lúpulo.

El inicio del sabor es dulce, con frutas tropicales, melocotón, caramelo y suave miel, pero rápidamente ataca el lúpulo y la boca arde en llamas. Entran cítricos, destacando cáscara de limón y naranja frente a notas de pomelo algo más secundarias, y amargor intenso y seco, con clara presencia de pino, hierba recién cortada y resina. Este amargor y acidez se mantienen en todo momento, no obstante respaldados por una textura cremosa que se mantiene hasta el final, donde se desvanece poco a poco para dejar la boca muy seca, con innumerables matices que pueden recordar a cítricos, manzana verde, pino, resina, y especias como jengibre o clavo. Es justo lo que esperaba de ella, una cerveza extremadamente amarga y dura de digerir, pero con suficiente cuerpo para manejar el lúpulo... al menos en parte, porque uno de los atractivos de esta cerveza es su desequilibrio controlado.

NOTA: